No todos los medicamentos afectan por igual a todas las personas. Por eso la medicina lleva años tratando de optimizar la administración de medicamentos según las circunstancias específicas de cada paciente. Es lo que se ha denominado como farmacogenómica, que combina la farmacología y la genómica, la ciencia encargada de estudiar los genes y sus funciones, con el propósito de desarrollar nuevos medicamentos. Se trata de estudiar la forma en que las personas responden individualmente a los fármacos.
Mediante este estudio se pueden aplicar dosis más eficaces y seguras, adaptadas a las variaciones de los genes de una persona. Individualizando los tratamientos, llegamos al concepto de la medicina de precisión y personalizada, que es hacia donde se encamina la atención médica. En la práctica supondría que, antes de administrar un fármaco se tuviese en cuenta el perfil genético del paciente, en lugar de probar si tiene en él los efectos esperados de antemano.
Para hacer un pronóstico de la posible respuesta de un determinado paciente a un medicamento, la medicina personalizada analiza conjuntamente sus datos genómicos, clínicos y de su entorno. Con toda esta información se pretende evitar posibles efectos secundarios y mejorar la eficacia de los tratamientos. Este tipo de medicina personalizada ya se aplica, por ejemplo, para tratar el cáncer, utilizando la información específica del tumor de la persona afectada con el objeto de conseguir mejoras en el diagnóstico, la planificación del tratamiento o ver si este es el más eficaz. En este sentido, se suele emplear en terapias dirigidas para tratar células cancerosas determinadas.
La incorporación del Big Data al sector de la salud permite el manejo y posterior análisis de ingentes cantidades de información, algo vital para el desarrollo de una medicina personalizada. Gracias a la aplicación de esta tecnología se ha dado un fuerte impulso a la genómica. Así, el Big data permite hacer estudios de población para situar a cada persona en grupos de diferentes tipos de riesgo, como bajo, medio, alto, etcétera, respecto a trastornos concretos.
También la computación cuántica, un modelo de computación distinto al de la informática clásica capaz de almacenar mucha más información y aumentar la velocidad de los ordenadores, facilitará el desarrollo de la medicina personaliza y de nuevos fármacos.
Fuente: 65Ymás