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Investigadores argentinos identifican un medicamento que duplica las posibilidades de dejar de fumar

Un nuevo estudio realizado demostró que un medicamento de bajo costo de producción puede duplicar las posibilidades de que los fumadores dejen de fumar, lo que representaría la primera nueva terapia para el tabaquismo de muchos países en casi dos décadas.

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Un nuevo estudio realizado por investigadores de Argentina demostró que un medicamento de bajo costo de producción puede duplicar las posibilidades de que los fumadores dejen de fumar, lo que representaría la primera nueva terapia para el tabaquismo de muchos países en casi dos décadas. El trabajo, publicado en la revista científica Addiction, también reforzó que la citisiniclina, conocida como cistina, es segura y bien tolerada.

La citisiniclina es un fármaco a base de plantas que se une a los receptores de nicotina en el cerebro, de modo de aliviar el deseo por la sustancia y, en consecuencia, de fumar. Además, reduce la gravedad de los síntomas asociados a la abstinencia. Es un mecanismo similar al de la vareniclina, sustancia del Champix, de la farmacéutica Pfizer, aprobado en Estados Unidos y en Brasil para el combate al tabaquismo.

El medicamento no es nuevo, se sintetizó en 1964 en Bulgaria y, por su carácter fitoterapéutico que disminuye las reglas para su comercialización, ya es utilizado ampliamente en diversos países de Europa desde los años 60. Sin embargo, recién ahora comenzaron a realizarse estudios clínicos rigurosos que comprobaron su potencial entre quienes quieren dejar de fumar. En el Reino Unido, por ejemplo, la citisiniclina recibió recientemente un aval regulatorio para ser utilizada con ese objetivo, y estará disponible para la venta a partir del próximo 22 de enero, con receta médica.

Omar de Santi, toxicólogo del Hospital Nacional de Posadas, en Argentina, que lideró el nuevo estudio publicado en Addiction, destaca que la citisiniclina podría ser una nueva e importante arma contra la dependencia de los cigarrillos, especialmente en países de ingresos medios y bajos, que aún tienen poco acceso a los medicamentos ya disponibles.

“Nuestro estudio aumenta la evidencia de que la citisiniclina es una ayuda eficaz y barata para dejar de fumar. Podría ser muy útil en la reducción del tabaquismo en los países de bajos y medianos ingresos, donde son urgentemente necesarios medicamentos con buena relación costo-efectividad para dejar de fumar. En todo el mundo, el tabaquismo es considerado la principal causa de muerte evitable. La citisiniclina tiene potencial para ser una de las grandes respuestas a este problema”, afirma en un comunicado.

El nuevo trabajo analizó los resultados de 12 ensayos clínicos, que incluyeron a casi seis mil voluntarios. Ocho de ellos compararon la cistina con un placebo, y demostraron que aumenta en más de dos veces la probabilidad de que el individuo deje de fumar.

Los otros ensayos clínicos evaluaron el medicamento en comparación con terapias de reemplazo de nicotina, como parches, chicles, inhaladores y aerosoles, y con la vareniclina. Los resultados apuntaron a que el remedio tiene una eficacia similar a la de la sustancia del Champix, pero ligeramente superior a la de las terapias de reemplazo.

En julio de 2023, la farmacéutica responsable del medicamento, Achieve Life Sciences, dijo que pretendía presentar los datos del fármaco para su aprobación de uso por la Food and Drug Administration (FDA), agencia reguladora de Estados Unidos, en la primera mitad de 2024. Sin embargo, no hay aún una estimación para la solicitud de aval en otros países, como Brasil.

“El tabaquismo sigue siendo la principal causa evitable de muerte en todo el mundo, pero ningún nuevo medicamento para dejar de fumar ha sido aprobado por la FDA en casi dos décadas. Existe una necesidad urgente de nuevos medicamentos porque los actuales no ayudan a todos los fumadores a dejar de fumar y pueden tener efectos secundarios inaceptables. Si es aprobada por los reguladores, la citisiniclina puede ser una nueva opción valiosa para tratar la dependencia del tabaco”, dijo en un comunicado la autora del estudio Nancy Rigotti, directora del Centro de Tratamiento e Investigación de Tabaco del Hospital General de Massachusetts de la Universidad de Harvard.

Fuente: El País

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