Notijenck

Notijenck
Nota 

Aguas Santafesinas optimiza el control de protozoos con Filta-Max y el Método EPA 1623

Con la incorporación del sistema Filta-Max y el Método 1623 de la EPA, Aguas Santafesinas mejoró la sensibilidad y confiabilidad en la detección de Cryptosporidium y Giardia.

iLink

En 2016, Aguas Santafesinas dio un paso decisivo para fortalecer la vigilancia de Cryptosporidium y Giardia en sus procesos de potabilización: incorporó el sistema Filta-Max como parte de la adopción del Método 1623 de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA).

Hasta entonces, el monitoreo se realizaba bajo los lineamientos del Método EPA/814-B-95-003, vigente desde 1996 y enmarcado en la Ley Provincial 11.220. La actualización tecnológica buscó mejorar la eficiencia y confiabilidad de la detección de estos protozoos, claves para la seguridad del agua potable.

“La incorporación de Filta-Max nos permitió dar un salto en sensibilidad y confiabilidad en el control de protozoos. Pasamos de un método que presentaba recuperaciones bajas, especialmente para Cryptosporidium, a uno que cumple con los estándares más exigentes”, destacaron desde el laboratorio de la empresa.

Cobertura integral y control sostenido

Actualmente, Aguas Santafesinas realiza la búsqueda de Cryptosporidium y Giardia en todas las aguas de entrada y salida de las ocho plantas potabilizadoras, con frecuencia quincenal, y en las salidas de cisternas, tanques y acueductos de los distintos distritos, con frecuencias menores.

Para el control de aguas tratadas, el sistema Filta-Max procesa 100 litros de muestra por filtración, mientras que para aguas superficiales se utilizan 1 litro de muestra centrifugada.

Resultados que avalan el cambio

El impacto de la modernización se refleja en los resultados.
El último control operacional, realizado en agosto de 2025, mostró recuperaciones dentro de los parámetros de referencia internacionales:

  • Giardia: 73 % (referencia 22–100 %)
  • Cryptosporidium: 87 % (referencia 33–100 %)

“Con el método anterior las recuperaciones de Cryptosporidium eran muy bajas y el lavado manual de los filtros hacía el proceso lento. Con los módulos Filta-Max, que cuentan con poro absoluto de 1 micra y trabajan junto a anticuerpos monoclonales, logramos no solo más sensibilidad sino también mayor especificidad”, explicaron desde el equipo técnico.

Avances operativos y regulatorios

La adopción del nuevo sistema también permitió a la empresa acordar con la autoridad regulatoria una reducción del volumen de muestra en aguas tratadas, que pasó de 380 L a 100 L.

“Este cambio tuvo un impacto directo en nuestra operativa. Filtrar 380 L a un caudal de 4 L/min demandaba mucho tiempo y complicaba el transporte de las muestras. Con 100 L logramos un proceso más ágil, que facilita el monitoreo sin perder confiabilidad”, señalaron.

Más confianza en el agua que llega a la población

Con la combinación del Método 1623 y los módulos de filtración Filta-Max, Aguas Santafesinas refuerza sus programas de monitoreo y control sanitario, asegurando el cumplimiento de las exigencias regulatorias y brindando a la comunidad mayor confianza en la calidad del agua potable.

Quizás te interese